martes, 30 de enero de 2007

Museo de Vampiros

Museo de Vampiros

París estrena museo de vampiros
Fue creado hace unos meses en Les Lilas, un suburbio popular del noreste de París.
Abierto, mediante reserva, los viernes, sábados y domingos de 12,30h a 20.00h.
Los viernes y sábados desde las 20 horas hasta las 12 de la noche: cena mediante reserva (máximo 10 personas) que incluye una cena completa, una visita guiada, una selección de juegos y de de materias de conversaciones temáticas elegidas libremente.

El museo abrió sus puertas el pasado 4 de marzo. Desde entonces recibe, con reserva previa, a un público variado e intencionalmente excéntrico. Es lo que dice Jacques Sirgent cuando relata que recibió a italianos que decían "sacarse sangre con una jeringa para beberla entre ellos".

Situado en un callejón siniestro en un barrio de casas individuales, la capital gala acoge el primer museo de vampiros en Francia. Una puerta metálica pintada de rojo da la bienvenida. Allí, un patio estrecho conduce a la sala principal del museo Les Lilas, un barrio popular del noreste de París.

"Ahora los vampiros están por todas partes y son más peligrosos que antes. Decidí encerrar algunos ejemplares en un museo para compararlos con los de antes y ayudar a la gente a protegerse", explica Jacques Sirgent, director del museo.

La galería está instalada en una gran sala de su casa familiar. El ex profesor de inglés dispuso las piezas de su colección personal: decenas de libros extraños, casi 400 películas y toda una variedad de objetos que evocan leyendas de vampiros.

A la entrada, hay un vampiro moderno: un maniquí de plástico que lleva un casco con dos botellas de sangre unidas por un tubo a la boca. Al fondo de la pieza, una condesa Bathory -noble húngara célebre por sus sacrificios humanos y su vampirismo-, enterrada viva en un mueble. Instalados sobre una mesa, una mano cubierta de joyas y con una rosa, una prótesis dental, martillos, una cruz y un cráneo ficticio.

Por aquí y por allá murciélagos, espejos, hombres-lobo. Objetos de pacotilla que sirven de apoyo a los horripilantes relatos del incansable amo del lugar. "Los estudios científicos prueban que si se bebe sangre humana, se vive treinta años más que el promedio", relata impasible mientras saca de su biblioteca un libro polvoriento: "The Science of Vampires (La ciencia del vampirismo)".

"¿Sabía usted que en otros tiempos los ricos compraban la sangre de los pobres para fortificarse, y que incluso actualmente se les da a los niños en América del Sur?", dice. "A mi abuela la llevaban al matadero de La Villete para beber sangre directamente en un barreño".

Sirgent dice que sólo excluye de la visita a "gente sin imaginación, a fanáticos o a aficionados a las sesiones sadomasoquistas". Por supuesto, los góticos conocen bien el lugar, aunque el museo acoge también a los amantes de la literatura fantástica, a niños de imaginación fértil, y recientemente, a un grupo de estudiantes de inglés, pues el 'Drácula' de Bram Stocker figura en su programa de estudios.

Dentro de poco, el local será ampliado y Sirgent espera instalar una sala de proyección y otra de lectura. A sus invitados les propone temas de dos horas, cenas-debate entorno a un chile con carne y proyecciones que pueden prolongarse hasta la madrugada.

Para los más entusiastas les reserva una peregrinación hasta la tumba secreta de Vlad Tepes, el señor feudal rumano que inspiró el personaje de Drácula, en el cementerio parisino Père Lachaise.



TEXTO EXTRAIDO DE:
http://www.noticiasdot.com/publicaciones/2005/0805/1308/via
jes/viajes_13080501.htm

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