Resulta no sólo gratificante, sino hasta emotivo (con un poco de cursilería de por medio) anunciar la primer madre que logró concebir seres vivos en el espacio. Su nombre es Nadezhda (esperanza), y es una cucaracha.
El acontecimiento tuvo lugar en el espacio, a bordo del satélite Foton-M, uno de cuyos objetivos era estudiar el desarrollo de los organismos bajo los efectos de vuelos espaciales.
El nacimiento de 33 cucarachas tuvo lugar en el período comprendido entre el 14 y el 26 de septiembre a bordo de dicho satélite, y fue documentado en video.
Las cucarachas nacen con una capa cobertora transparente, pero estos organismos nacidos en microgravedad presentan esta capa con una tonalidad oscura. Los científicos aún no pueden determinar si esto es perjudicial para el desarrollo de las crías, y debe aguardarse un tiempo para conocer completamente cuáles son las implicancias que ha ejercido el medio sobre los organismos recién nacidos.
De todos modos el hecho es toda una noticia, y hace pensar en varias situaciones. Si nacer en el espacio resulta biológicamente viable no cuesta imaginar a un excéntrico par de padres primerizos que deseen que su hijo nazca en el espacio
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