domingo, 9 de agosto de 2009
LAS ESPONJAS MARINAS NO TIENEN CORAZON NI CEREBRO????
Sí es cierto. ¿Pero como pueden vivir así? Lo hacen por que su organismo contiene células diminutas que se encargan de las múltiples funciones que sustentan la vida. Por ejemplo hay células especializadas en atrapar el alimento, transportar los nutrientes o eliminar los desperdicios. Otras fabrican los elementos que se necesitan para formar el esqueleto o la piel. Incluso hay células capaces de convertirse en otro tipo de células cuando surge la necesidad.
Las esponjas son singulares también en otros sentidos. Si prensamos una esponja viva a través de un colador, las células se reagruparán para reconstruir el cuerpo del animal. Si trituramos dos esponjas juntas, las células se irán separando para formar de nuevo a cada criatura distinta. “Ninguna planta ni animal puede ‘resucitarse’ a sí mismo de este modo”, comenta National Geographic News.
Además, las esponjas poseen una sorprendente flexibilidad reproductiva. Algunas preparan cápsulas celulares que, a modo de naves espaciales, parten para colonizar otras áreas. Los “colonizadores” viajan en estado de animación suspendida y, cuando aterrizan por fin, despiertan y salen de su “nave” para construir una nueva esponja.
En el caso de otras esponjas, la reproducción es sexual, pero los individuos cambian su papel masculino o femenino según se necesite. Y otras se reproducen mediante huevos. Su organismo aunque parece simple es tan complejo, como la afirmó el paleontólogo Paul Morris, y sin duda nos enseña la gran sabiduría de su Creador.
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