domingo, 22 de abril de 2007

EL CASO COYAME DONDE UN OVNI SE ESTRELLO.

EL CASO COYAME
Chihuahua, México, 1974

Por Ana Luisa Cid

De acuerdo a las investigaciones de Vince Johnson, un objeto volador no identificado colisionó con un avión civil en el desierto de Coyame, durante la noche del 25 de agosto de 1974.

Según su informe, a las 22:07 hrs. el radar de la defensa aérea de Estados Unidos detectó un objeto desconocido en el área del Golfo de México, desplazándose a 4,500 km/h y a una altitud de 75,000 pies, en un curso que interceptaría al territorio estadounidense (cerca de 40 millas al suroeste de Corpus Christi, Texas).

Después de un minuto de observación, el objeto desaceleró dando una vuelta repentina de 290° e iniciando un descenso en pendiente lenta, con dirección al espacio aéreo mexicano, a 64 km. del sur de Brownsville, Texas.

El radar lo siguió hasta un punto cercano de la ciudad de Coyame, en el estado mexicano de Chihuahua, no lejos de la frontera con Estados Unidos. En este sitio el objeto volador desapareció repentinamente de las pantallas del radar.

El descenso fue escalonado, no en curva ni en línea recta, manteniendo cada nivel por espacio de 5 minutos.
El objeto fue seguido por dos diversas instalaciones militares del radar. Habría estado dentro de la gama del radar civil de Brownsville. El punto de la desaparición estaba sobre una zona árida y poco poblada del norte de México.

Inicialmente asumieron que podía ser un meteorito debido a la trayectoria de vuelo de alta velocidad y descendente. Pero éstos viajan a velocidades más altas y descienden en un arco liso, no en “pasos.” Además los meteoritos no realizan treinta y cinco cambios de grado en curso.

Poco después de la detección se hizo una llamada de alerta a la defensa aérea. Sin embargo, antes de que cualquier forma de interceptación actuara, el objeto dio vuelta en una dirección no le llevaría al territorio de los E.E.U.U., por lo que la alarma fue apagada en un plazo de veinte minutos después de su desaparición en el radar.

Cincuenta y dos minutos después de que dejaron de verlo en la pantalla, el radio civil indicó tráfico de un avión que había entrado en esa área. Pero estaba claro que el avión que había salido de El Paso, Texas con destino a la Ciudad de México no era lo que habían detectado sobre el Golfo de México.

El avión civil fue observado, sin embargo, desapareció en la misma área y al mismo tiempo que el objeto desconocido, (sugiriendo una colisión entre ambos).

Al día siguiente las autoridades mexicanas comenzaron la búsqueda del avión. Aproximadamente a las 10:35 hrs. vino un informe de radio comunicando que algunos restos del aeroplano habían sido detectados en el aire. Casi inmediatamente se dio un segundo reporte, de otro “avión” en la tierra, a pocas millas del primero. Minutos más tarde un informe adicional indicó que el segundo “avión” era de forma circular, y al parecer, de una sola pieza, aunque estaba dañado. Después las oficinas mexicanas declararon silencio de radio para la búsqueda.

Las comunicaciones fueron interceptadas por Estados Unidos a través de los canales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), según Johnson.

La CIA comenzó inmediatamente a formar un grupo de recuperación. La velocidad con la cual fue montado el equipo sugiere que esto fuera un ejercicio bien-ensayado, o bien, que ya había sido realizado anteriormente.

Mientras tanto, se iniciaron las peticiones de intervención en los niveles más altos. Estados Unidos solicitó al gobierno mexicano que le permitieran ingresar con su equipo de rescate, pero la propuesta fue denegada, ya que las autoridades mexicanas afirmaban que sólo era un avión siniestrado, negando los demás hechos.

No obstante, a las 21:00 horas del 26 de agosto, el equipo de recuperación norteamericano ya se encontraba preparado en la base de Fort Bliss, con 4 helicópteros: 3 de tipo “Huey” y un gran “Sea Stallion”.

Los estadounidenses evaluaban la situación, vigilando a través de satélites espías y aviones que volaban a baja altura, revelando que los mexicanos tenían al objeto recuperado en un camión, seguramente para sacarlo del desierto.

En este punto, la CIA tuvo que tomar decisiones; permitir que el “avión” desconocido permaneciera en manos del gobierno mexicano o lanzar el equipo de recuperación para rescatar al ovni. Sin embargo, los satélites indicaron que el convoy mexicano había detenido su marcha antes de alcanzar cualquier área habitada o carretera.

Las fotos demostraban que todos los carros y jeeps pararon, algunos con las puertas abiertas, y que había dos cuerpos humanos en la tierra, al lado de los vehículos. La decisión fue tomada inmediatamente para lanzar el grupo de rescate norteamericano, soportado con la llegada de equipo adicional.

No hay comentarios: