Cuando la Muerte se convierte en arte
Un cuerpo tarda unos 3 meses en prepararse. La disección es minuciosa
e impactante. Todos los músculos se delimitan de manera impecable.
Los nervios siguen su curso por los caminos trazados por la naturaleza.
En la foto, "El jugador de ajedrez".
Cuando la muerte se convierte en arte Los cadáveres se conservan mediante una técnica denominada 'plastinación' y se muestran al público en exposiciones que a nadie dejan indiferente
El controvertido doctor alemán Gunther von Hagens muestra en sus exposiciones cuerpos de cadáveres. Logra unos escenarios de rara -y chocante- estética, al usar cuerpos de adultos, niños y también fetos.
La exposición 'Korperwelten' (que traducido del alemán significa 'Cuerpos Universales' o 'Cuerpos del Mundo'), y que ya ha traído cientos de miles de visitantes en pocos meses en las ciudades del mundo donde se ha mostrado, como Japón, Alemania, Austria, o algunas ciudades de Estados Unidos, como Chicago, permite adquirir una experiencia y una comprensión completamente diferentes del cuerpo humano. Se muestran ejemplos únicos de una técnica de conservación descubierta por Gunther von Hagens, denominada “plastinación”.
Se trata de preparados de seres humanos tratados física y químicamente mediante este procedimiento, que habían legado su cadáver a la ciencia por testamento: son más de 20 cuerpos en distintos estadios de preparación anatómica, aproximadamente doscientos órganos sanos y alterados patológicamente, así como numerosas láminas de corte de pocos milímetros de grosor de la cabeza, del cuerpo y de las extremidades.
Una familia observa un cuerpo llamado "El fumador". La idea de la exposición
es darle la oportunidad a cualquier persona a exponerse a los misterios de la
anatomía, según comenta el inventor, ya que considera que éste era un mundo
abierto sólo a los estudiantes de medicina o a los científicos.
Inicio de una nueva anatomía
La extrema revelación de lo que constituye nuestro organismo- desde el pelo y la piel, pasando por la grasa, los músculos, los tendones y los huesos, hasta las ramificaciones más finas de los vasos sanguíneos y del sistema nervioso- puede que dé la impresión de ser revolucionaria; sin embargo, ésta continúa justamente aquella tradición científica cuyo lema es que la investigación tiene que estar al servicio del esclarecimiento general.
La fascinación de los plastinados radica en la perfección de la técnica de conservación: los preparados son secos y no tienen olor, además conservan su relieve superficial natural y, bajo condiciones ambientales normales, permanecen inalterados.
El procedimiento
La plastinación es, en principio, simple. El preparado duradero se obtiene por la acción de dos procesos de intercambio: primero se reemplaza el agua del cuerpo por acetona fría; a continuación, ésta es sustituida por una solución de sustancia plástica endurecible.
El truco decisivo con el cual se consigue incorporar la sustancia plástica fluida hasta la última célula, es la impregnación al vacío forzada: mediante la succión continuada de la acetona desgasificada del tejido desde la cámara de vacío, se consigue que la depresión originada en el preparado se encargue del reabastecimiento de líquido. La sustitución de la acetona volátil por una solución de sustancia plástica de alto punto de ebullición (y por tanto, no evaporable igualmente) dura cierto tiempo hasta que la presión en la cámara haya caído por debajo de un centésimo del valor atmosférico normal; en el caso de láminas de corte del cuerpo humano delgadas, sólo se precisan unos días; en cambio, para cuerpos enteros se necesitan semanas.
El caucho de silicona hace al cuerpo relativamente blando y flexible, la resina epoxídica duro y transparente.
Momias del siglo XXI
Los críticos de los Korperwelten parecen olvidar que los clérigos y los científicos recogen y conservan desde tiempos inmemoriales grandes cantidades de reliquias; y en algunos cementerios antiguos o en catacumbas como las de París, se tropieza uno con osarios, calavernarios con montones de huesos y cráneos tan altos como una pared.
Los antropólogos rescatan y analizan todo testimonio que pueden encontrar de nuestros antepasados, desde un diente o fragmento maxilar hasta el cadáver conservado en un pantano procedente de la edad de hierro; y los arqueólogos despejan sistemáticamente, entre otros, campos prehistóricos sepulcrales enteros.
Tras la visita a la exposición, se acaba con un temor eventualmente evidente: los plastinados, aunque tengan un aspecto tan fresco y natural, son similares a los fósiles; y aún más: como momias están completamente desnaturalizados, sólo que han sido tratados justamente según todas las reglas de las técnicas de conservación más modernas. La plastinación impide completamente la putrefacción o la mera desecación, al reemplazar todo el agua que permite tanto la vida como la descomposición.
Cuerpos humanos en poses cotidianas han sido congelados en el tiempo.
En la foto: "El jugador de basquet" es observado por una visitante.
Los donantes y sus distintas motivaciones
La exposición de preparados humanos naturales es mérito de numerosos donantes de cuerpos quienes, cuando vivían, habían dispuesto que su cuerpo, después de haber ellos fallecido, se pusiese a disposición de la plastinación para la formación de médicos y legos en medicina, renunciando así expresamente a un entierro.
El instituto de plastinación acepta también donantes de cuerpos, y también le llegan cadáveres sin dueño de entidades estatales, como del departamento de asuntos sociales.
La motivación de los donantes de cuerpos es tan diversa como la vida misma. El motivo principal es el deseo de querer servir a buenos fines con la donación; también la aversión a la descomposición o a la cremación, el ahorro de costes funerarios o simplemente el entusiasmo por la plastinación son razones frecuentemente mencionadas.
Comentarios como los que se transcriben a continuación muestran la distinta gama de opiniones emitidas por algunos de los miles de visitantes de dichas exposiciones:
Dado que a mí me han ayudado siempre con transfusiones de sangre, tengo mucho interés en ayudar a las generaciones futuras con la investigación de mi cuerpo.
Así me agradaré mejor después de mi muerte, es mejor que ser devorado por gusanos y microorganismos y metabolizado.
Cuidado de sepulcros: esto sólo es la última oportunidad de explotar a uno.
Yo soy una cristiana fiel a la Biblia y sé que el ser humano tiene un alma, y que cuando éste muere retorna su aliento a Dios, y recién cuando retorne Cristo al mundo, me resucitará en un nuevo cuerpo como dice la palabra de Dios.
Siempre tuve la necesidad de poner mi cuerpo a disposición de la ciencia, y la idea de ser plastinado significa para mí la satisfacción y tranquilidad en mi interior.
Cada exposición causa gran curiosidad y es visitada por miles de personas. Contiene más de 200 cadáveres reales, incluyendo cuerpos enteros, órganos individuales y partes cercenadas.
TEXTO EXTRAIDO DE:
http://www.telefonica.net/web2/lagatayelbuho/MORIAR/moriarkorp
erwelten.html
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