A mediados del siglo XVI, un señor autodenominado demonologista publicó un libro llamado De Praetistigiis en el que daba un repaso a todo el imperio infernal, en el que había cerca de siete millones y medio de demonios distribuidos en 1111 legiones que eran mandadas por 72 príncipes infernales.
También hacía referencia a los seres sobrenaturales que desde siempre se habían encargado de atormentar a los hombres, y que procedían de los desiertos, de las profundidades del mar, de las cimas de las montañas y de las ciénagas.
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